Los dinosaurios europeos suelen ser de pequeño tamaño comparados con sus parientes de otros lugares como pueden ser Norteamérica, Asia o África. La razón de ello es que estos la Europa del jurásico no era un continente propiamente dicho, sino una serie de islas con mares poco profundos. No obstante un descubrimiento reciente patrocinado por la fundación Dinópolis en Teruel revela que si existían en algunas de esas islas fauna tan grande como en otros continentes que no eran islas en esa época.
Por un lado se ha descubierto el cráneo un saurópodo (dinosaurio gigantesco con cuello largo) que comparando su cabeza y húmero (los únicos restos del animal descubiertos hasta la fecha) con la de sus parientes de otros continentes se ha calculado que el animal mediría entre 30 y 35 metros de largo. Este coloso fue llamado Turiasaurus riodevensis
Por otro lado se ha descubierto un esqueleto casi completo de un ankilosaurido (dinosaurio acorazado) que ha sido bautizado como Europelta Carbonensis llamado así en honor a la mina de carbón donde fue descubierto. Este animal medía 1 metro de alto por 5 de largo y vivió hace unos 100 millones de años.
la importancia del descubrimiento radica en que permite a los científicos saber exactamente cuándo su grupo de dinosaurios se separó entre la variedad que se desarrolló en Europa y la que se dio en Nortemérica y da pruebas fehacientes de que existía un carnívoro grande en Norteamérica, porque los animales con defensas fuertes solo existen en sitios con presión depredadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario