El ciclo de este animal consiste en que el adulto pone sus huevos en una larva de oruga a la cual ni paraliza con veneno. Al principio, cuando eclosionan, las larvas de Cotesia glomerata se alimentan de la oruga sin atacar ningún órgano vital de la oruga, por lo que la oruga continúa creciendo y haciendo sus quehaceres cotidianos, pero mientras la oruga crece, las larvas de esta avispa también van creciendo comiéndose por dentro a la oruga y cuando salen al exterior matan a su huésped y forman un capullo de seda por el cual la avispa adulta saldrá preparada para reproducirse e iniciar de nuevo este ciclo tan horripilante para las orugas huéspedes.
Ciertas especies vegetales (entre ellas algunas especies de agricultura como es la col) cuando son atacadas por orugas emiten químicos que avisan a las Cotesias Glomeratas acerca de la ubicación de las orugas.
En la actualidad muchas plagas han mostrado ser inmunes a los pesticidas, por lo que resulta cada vez más imprescindible. Esta avispa tiene un porcentaje de parasitación de orugas de la zona de hasta un 95%. Un porcentaje incluso superior si se añade a este parásito otro parásito cuyas larvas se comen a las orugas en un estadio más precoz. La Cotesia rubecula.
De arriba abajo:
1) Un ejemplar de Cotesia glomerata inyectando huevos a una oruga.
2) Larvas de Cotesia glomerata saliendo de la oruga ya muerta.
3) Capullos de Cotesia glomerata.
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