El visón americano, una de las especies invasoras más notables de España, está encogiendo. Los registros muestran que su tamaño corporal se reduce con los años, de forma lenta pero apreciable, tanto en su peso como en su longitud. Es la primera vez que se certifica en todo el territorio el decrecimiento de esta especie introducida de forma artificial en la península Ibérica a mediados del siglo XX.
Entre 1995 y 2011, los investigadores de la Universidad de Barcelona midieron y pesaron a más de 1.700 ejemplares en cinco de las seis poblaciones estables de visones americanos que hay en la península. El resultado: en torno a 100-150 gramos más ligeros y con algún centímetros menos de longitud. Números insignificantes pero “significativos” al tratarse de una orquilla de tiempo de sólo quince años, según el estudio que se publica en Mammalian Biology.
Las razones principales para explicar que estos animales mengüen se encuentra en su alimentación, formada por pequeñas presas como cangrejos, peces, pájaros y ranas. Una dieta escasa si tenemos en cuenta que se trata de animales que se crían en cautividad para alcanzar el mayor tamaño en el menor tiempo posible.
Su vida en la jaula es esa, criados desde mayo a diciembre, que es cuando se les sacrifica porque es cuando la piel es más preciada. Sin embargo, los que están colonizando España -y poniéndole las cosas difíciles al visón europeo- sufre un importante derroche de energía en comparación con los visones americanos cautivos.
Precisamente, la flexibilidad del visón americano para adaptarse a sus nuevas circunstancias explica en gran medida su éxito para establecerse en la península. Las primeras granjas llegaron a Segovia y Galicia a finales de la década de 1950, y ya en la de 1970 a Cataluña. El primer espécimen en libertad se vio en 1978. Desde entonces, son muchos los que se han escapado o han sido liberados.
La población de Galicia fue la única de las seis colonias peninsulares que fué descartada del estudio porque podrían alterar el resultado las dos sueltas masivas ocurridas recientemente en la zona (30.000 ejemplares en 2005, 20.000 en 2007).
A pesar de estos resultados, las noticias siguen siendo malas para la especie autóctona, según explica Palazón, vicepresidente de la Asociación Visón Europeo, que se dedica a ayudar a Medio Ambiente en el control de la especie invasora. El principio de exclusión competitiva dice que dos especies no pueden ocupar las mismas funciones en el mismo nicho ecológico, por lo que la especie mejor adaptada (el invasor visón americano en este caso) acaba destruyendo a la otra especie. El caso es que el visón americano al ser una especie introducida es podría decirse "demasiado eficaz" dado que extermina (dije extermina porque estos animales son una especie realmente agresiva que caza muchas mas presas que el europeo) presas que el visón europeo al ser menor no puede cazar y no teme a ciertos depredadores del visón europeo. Es un animal mas grande que el visón europeo e igual de inteligente, por lo que el visón europeo que está recluido en unas pocas zonas de España, con la introducción del americano está perdido a no ser que se expulse del territorio europeo al visón americano.
He de decir que personalmente estoy en contra del comercio de pieles, pero aquellos grupos animalistas que liberan a los visones sin llevarlos a América son de todo menos ecologistas.
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