Generar compuestos que estimulen el crecimiento de plantas, elaborar biocombustibles y retirar contaminantes del agua a partir de residuos orgánicos son algunos procesos en los que trabajan investigadores del Cinvestav, Unidad Irapuato, con la práctica de la biología sintética. Esta especialidad permite habilitar bacterias para que sean capaces de sintetizar los desechos.
El proyecto a cargo del Departamento de Ingeniería Genética, busca desarrollar productos amigables con el medio ambiente usando restos de frutas.
El proceso está basado en la modificación de dos circuitos en la genética de las bacterias para hacerlas funcionar de acuerdo a los intereses o necesidades específicas del sector productivo.
Debido a que el procedimiento requiere bacterias que degraden los desechos orgánicos, la bacteria utilizada es la E. coli, considerada segura por agencias internacionales para hacer procesos biotecnológicos, las cuales se modificaron genéticamente para procesar el almidón.
Respecto a la producción de biocombustibles, todavía no se sabe si el procedimiento será económicamente viable en un futuro.
En cuanto a la estimulación del crecimiento de plantas, hay que destacar que normalmente se compra a algún proveedor dos tipos de líquidos, uno para que crezcan las hojas y otra sustancia para que echen raíces, por lo que este proyecto es benéfico al ofrecer en un solo compuesto ambos efectos.
Este proyecto se ha practicado en otros lugares, como Hawai, Florida, Venezuela y México, pero es en el Cinvestav Irapuato donde se han logrado más avances, pues ya se ha llevado a la práctica con tabaco y papaya y hueso de aguacate en el laboratorio de la Unidad Irapuato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario