Los autores del trabajo tomaron muestras de hielo enterrado y crearon finas láminas del musgo congelado. Luego, lo metieron en estufas en unas condiciones determinadas. Al mes, las plantas empezaron a reproducirse.
Este estudio demuestra que el estado de hibernación o criogenización, al cual pueden acceder animales tales como la rana de la madera canadiense o el weta (un tipo de insecto de gran tamaño y aspecto parecido al de un grillo que es un superviviente a una época anterior a la de los dinosaurios y que vive en Nueva Zelanda) también pueden ser retomados tras un periodo más largo que el que se pensaba inicialmente.
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