Bacterias aisladas en suelos de la Antártida son capaces de reducir casi en un 100 por ciento la presencia de la forma química de un tipo de metal que afecta algunos ecosistemas. El hallazgo, realizado por investigadores de Argentina y de Malasia, sienta las bases para el desarrollo de procesos de saneamiento de ambientes afectados por la actividad humana.
Los científicos hallaron que bacterias de la cepa Pseudomonas DRY1 inhibieron en un 95 por ciento el efecto contaminante del molibdato, un metal proveniente de la industria siderúrgica y asociado a otras actividades humanas como la minería, diversos procesos de catálisis industriales y a la inhibición de los procesos de corrosión.
La bacteria estudiada incorpora el molibdato y modifica su estado con una serie de enzimas reductasas.
Al final son los organismos que más se subestiman quienes muestran al ser humano su capacidad para arreglar los desastres a nivel medioambiental que comete y quienes son claves para la obtención de fuentes de alimento y medicinas para este.
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