Es la primera vez que se ve un ejemplar de esta especie en Vietnam desde 1998.
El WWF estima que la población salvaje de saolas es de algunas decenas, o incluso de algunos cientos de ejemplares.
Tras observarse el último saola, se puso en marcha un programa en esa zona para reclutar guardas forestales locales que evitaran la caza ilegal. Desde 2011, se detectaron 30.000 trampas y más de 600 campos de cazadores ilegales, según WWF.
El saola, que se parece a una pequeña vaca con dos cuernos curvados hacia el espinazo, fue identificado en 1992.
El redescubrimiento del Saola abre la puerta de poder salvar a este extraño bóbido del abismo de la extinción en el que está sumido.
Esta imagen es una foto de un Saola. Este animal a diferencia de otros bóbidos tiene unos cuernos rectos que pueden alcanzar un tamaño de 1 metro de longitud.Esta foto es una captura de la foto con cámara trampa que hicieron los científicos de WWF/ADENA.
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