Una empresa de conservas de alimentos desarrolla envases antimicrobianos y antioxidantes a partir de restos de marisco. Las moléculas llamadas quitosano y astaxantina se tratan la primera de un antimicrobiano y la segunda de un antioxidante. Dicha moléculas se obtienen a partir de los restos del camarón (cabeza y exoesqueleto, donde abunda el caparazón, que tiene quitina y los pigmentos rojos) y se extraen mediante fermentación láctica de esos restos y se agregan al polietileno de los plásticos que después recubren los alimentos.
Las moléculas antibióticas destacan por su no toxicidad y sus propiedades antibióticas que son muy elevadas y se obtienen a partir de la fermentación de la quitina que forma parte de la estructura del camarón
Por su parte el antioxidante está presente en los pigmentos rojos de otros seres vivos pero a diferencia de otros pigmentos de la mayoría de los otros seres vivos no se degradan, Esta molécula es 10 veces mayor que la vitamina A y es un antioxidante 500 veces más potente que la vitamina E. Además cuenta con la ventaja con respecto a la vitamina A de que este en concentraciones elevadas no es tóxico
Los envases prototipo se han probado de forma exitosa dado que se comprobó que dichos envases provocan la muerte de micro organismos patógenos más comunes como pueden ser el Staphylococcus Aureus o el E.Coli
Estos micro organismos están empezando a hacerse resistentes a otros antibióticos por lo que al encontrar otro antibiótico se pueden sustituir estos antibióticos en las conservas que se están quedando obsoletos por estos otros y combinado con el antioxidante es posible que se aumente la duración de un alimento pudiendo pasar más tiempo desde que se compra el alimento hasta que se pueda consumir
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