El Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) desarrolla una metodología para la identificación y caracterización del sulforafano, un inductor que inactiva sustancias potencialmente cancerígenas contenido en la planta del brócoli.
El extracto a base de sulfurafano actúa como antioxidante indirecto, así se ha demostrado en modelos experimentales in Vivo (en animales) e in Vitro (cultivos celulares), donde reducen la incidencia de algunas formas de tumor, explicó el doctor Jaime López Cervantes, titular de la investigación.
“Diversos estudios epidemiológicos proporcionan evidencia que las personas al consumir cantidades elevadas de vegetales de la familia de las crucíferas —como coliflor, repollo, brócoli y rábanos—, experimentan menor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer”, detalló.
El especialista reconoció que el mecanismo de acción del brócoli se desconoce, aunque sugiere que los responsables de esta actividad es el alto contenido de metabolitos secundarios activadores potentes de las enzimas de desintoxicación.
De acuerdo con el investigador, el brócoli tiene actividad antimicrobiana contra Helicobacter pylori, y estudios recientes han demostrado que la aplicación tópica de extractos de germinados de la planta ricos en sulforafano protegen contra los rayos ultravioleta en animales y humanos.
El sulforafano se obtiene del subproducto de brócoli que son las inflorescencias de la planta, es decir, la parte comestible del vegetal que no se recolecta ya que carece de los estándares de calidad en el mercado.
También se han realizado estudios de cuantificación de sulforafano en hoja, tallo y raíz del vegetal, ya que estas partes de la planta sólo sirven de abono en los terrenos de cultivo, y podrían servir para elaborar un producto destinado al consumo humano.
Una vez que se tenga desarrollada y protegida la propuesta de extracción y estabilización del sulforafano, el ITSON procederá al desarrollo de una propuesta de factibilidad económica y búsqueda de mercados específicos para el escalamiento a nivel industrial.
Cabe destacar que en el Valle del Yaqui, en Sonora, se cultivan cada año 500 hectáreas de brócoli con una producción promedio de 12 mil 377 toneladas, la totalidad del producto se comercializa en fresco y se destina a su exportación.
Una alternativa viable para el aprovechamiento integral de los residuos agrícolas de brócoli es la promoción de un producto de valor agregado para su uso en la industria alimentaria, cuyo contenido es alto en fibra y proteína, como es el caso de harinas obtenidas a partir de los desechos de la crucífera.
De acuerdo con la investigación, la composición bioquímica muestra que las harinas hechas a partir del desecho contienen nutrimentos necesarios para su utilización como suplemento alimenticio.
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