En este caso, científicos rusos planean utilizar la flora intestinal de los mamuts, elefantes prehistóricos cuyos últimos ejemplares vivieron hará unos 3600 años para crear unos nuevos antibióticos.
La razón por la que se pueden conseguir muestras útiles de estos animales teniendo tal antigüedad es que, en el círculo polar ártico, los restos orgánicos se descomponen debido al frío con extrema lentitud, por lo que si están un poco resguardados de seres vivos pluricelulares necrófagos(carroñeros), es fácil que dichos restos aguanten un largo periodo sin apenas mostrar degradación, hasta el punto de tener sangre sin degradación.
En este caso, el animal que están analizando a un animal que data de hace unos 50000 años.
Los investigadores están estudiando las bacterias que encontraron en los intestinos, el tejido óseo y muscular, así como en los nodos linfáticos y han revelado ya las propiedades capaces de suprimir el crecimiento de estreptococos.
Los científicos esperan que las nuevas bacterias les ayuden a elaborar medicamentos contra la neumonía, la gangrena y la meningitis que no tengan efectos secundarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario