Científicos suecos han descubierto que algunas bacterias se comunican entre ellas mediante moléculas, siguiendo un proceso llamado "autoinducción" que es importante en la formación de "biopelículas" o estructuras densas con capacidad para resistir tanto a los antibióticos como al sistema inmune humano.
Los investigadores, de la universidad de Linköping (Suecia) han demostrado que ciertas bacterias utilizan un proceso denominadoautoinducción para controlar distintos procesos en las células humanas. Este fenómeno, consiste en un intercambio informativo entre las bacterias mediante moléculas producidas por ellas mismas, y reviste importancia durante la proliferación bacteriológica.
El patógeno humano Pseudomonas aeruginosa y otras bacterias se comunican entre sí mediante autoinducción, un proceso importante para el crecimiento, la virulencia, la motilidad y la formación de biopelículas
Cuando el organismo sufre una lesión, se emite una señal que provoca que se acumulen bacterias en torno al punto dañado. Cuando la cantidad de bacterias es la suficiente, actúan como si de un organismo pluricelular se tratase. Son capaces de generar biopelículas, estructuras densas con capacidad para resistir tanto ante los antibióticos como frente al sistema inmunitario de defensa humana.
Al mismo tiempo aumentan su agresividad y su capacidad de movimiento. Todos estos cambios se inician cuando las moléculas responsables de la comunicación, ácidos grasos de cadena corta denominados AHL, se unen a varios receptores en el interior de las células bacterianas. Esta unión provoca la activación y desactivación de distintos genes.
La molécula AHL atraviesa con libertad la membrana celular tanto bacteriana como humana, provocando una modificación de sus funciones. En concentraciones bajas, ello permite que los glóbulos blancos sean más flexibles y efectivos, pero cuando la concentración es grande se produce el efecto contrario, lo cual debilita las defensas inmunitarias y da paso a infecciones e inflamaciones progresivas.
Ahora, gracias al empleo de métodos bioquímicos, se ha identificado una proteína denominada IQGAP que señalan como la receptora del mensaje de la bacteria y como una suerte de agente doble. La proteína es capaz de descifrar el mensaje de la bacteria y modificar las funciones de las células huésped.
Este descubrimiento puede resultar en la fabricación de fármacos que anulen el proceso de comunicación bacteriano en organismos patógenos
No hay comentarios:
Publicar un comentario