Las hormigas son unos de los animales más extendidos del planeta. Se ha demostrado que si se pusiera a todas las hormigas del planeta en un platillo se una báscula lo bastante grande y en el otro platillo a todos los seres humanos del planeta, esta quedaría equilibrada. Dentro de las distintas especies de hormigas se encuentra una diversificación física enorme dependiendo de las tareas que ejerzan.
Así por lo general las hormigas pueden ser obreras (las más pequeñas de la especie, cuya función es recolectar alimentos, cuidar de las crías, alimentar a la reina y los soldados, etcétera), reinas y reyes (de jóvenes aladas y de adultas con función reproductora), soldados (con mandíbulas desarrolladas de tal manera que no pueden alimentarse por sí mismas y en muchos casos son capaces de lanzar chorros de ácido), las cuales son las que producen el ácido fórmico (las hormigas lanzan chorros de ese ácido para disuadir a sus atacantes de alimentarse de las hormigas o a otros animales, vegetales u hongos que viven en simbiosis con ellas y los utilizan también para hacer que sus mordeduras o aguijonazos sean más dolorosos).
El ácido fórmico es una sustancia imprescindible para algunas ramas de la ciencia y muchas industrias. Así el ácido fórmico es utilizado como insecticida, para limpiar fósiles, conservante de alimentos, curtido de cueros, y manufactura de gomas, plásticos y productos farmacéuticos. También lo utilizan algunos animales para desparasitarse (destacan aves familiares del cuervo y los erizos) entre otros productos (por ejemplo: humo, nicotina y en el caso de los erizos llegan hasta a utilizar pintura industrial).
A veces los animales más comunes del mundo pueden ser la fuente de sustancias que son imprescindibles para la ciencia, la tecnología o para la industria, uno de los ejemplos son las hormigas también son los animales a partir de los cuales se basaron para garantizar el tránsito de las redes; tema del que ahondaré en otro artículo más profundamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario